Llevo mucho en esto de los videojuegos, concretamente desde que mis padres me regalaron, a principios de los 80, una Soundic SD290 con un juego llamado Chaser, una especie de pacman hecho con píxeles como puños. Aún la conservo… ¡Y funciona! Acto seguido hice mi primera incursión en la microinformática con un Amstrad CPC6128, donde los juegos eran de gráficos simples pero con una férrea composición de adicción. Las compañías se estrujaban el cerebro para crear un producto que, lejos de ser un bombazo gráfico, contaba con un argumento o una jugabilidad suficientes como para retenerlos en nuestra memoria para siempre. Algo así como en las películas de los años 50, donde no habían efectos especiales pero sí argumentos apasionantes. Lamentablemente en la actualidad es al contrario… aunque con excepciones. Pero vayamos a lo que vamos.
En temática gamer actual yo, como la mayoría de vosotros, también me he encontrado con innumerables títulos que nos han vendido como bombas (a precio de tal) y han resultado ser simples “chinos” (los petarditos esos que se pueden explotar en la mano). Pero siempre hay excepciones: Skyrim es una bomba a precio de “chino” (más adelante entenderéis por qué), y eso debería hacernos reflexionar seriamente sobre qué nos están vendiendo el resto de compañías.
Hacía muchos meses que estaba ansioso por que llegase el día de la salida al mercado de Skyrim, así que en cuanto pude fui a por él. Entré en un Media Markt a recoger mi preciada compra y cuál fue mi sorpresa cuando vi que había una campaña en la que, dando cualquier juego usado, el título se quedaba por unos más que correctísimos 40€. Fui a casa a buscar el Quake4de Xbox 360, adquirido por un valor de 5€ en el mercado de ocasión, y volví a la tienda. Total, llego a casa con la satisfacción de haber conseguido, por escasos 45€, un juegazo de 400 horas. Porque a estas alturas supongo que a nadie le cabe duda de que The Elder Scrolls V: Skyrim es el juego del momento. Tan lejos ha llegado que hasta los japoneses le han dado las más altas puntuaciones en las revistas más prestigiosas del país. Recordemos que es un juego de rol, estadounidense, desarrollado en una Xbox 360 de inicio… Esto viene siendo algo así como que en España puntuásemos con un 10 un jamón checoslovaco. Impensable, ¿verdad?
Bethesda siempre ha realizado una labor sublime, de carácter creciente por la amplitud de escenarios y las múltiples tramas de sus títulos como la mencionada saga The Elder Scrolls, desde el lejano Arena hasta el actual Skyrim, pasando por joyas como Morrowind y Oblivion y sus expansiones. No olvidemos la también exitosa franquicia Fallout, o el reciente Rage, sin olvidar el éxito que supuso Prey en los inicios de la Xbox 360 por no mencionar su secuela. Y muchos más que me dejo en el tintero, pero de innegable calidad. En definitiva, un éxito tras otro. Pero, ¿qué hay detrás de estas maravillas? Efectivamente: un gran equipo de trabajo con muchas ganas de hacer las cosas bien. A día de hoy llevo jugadas nosecuántas horas, finalizadas un montón de misiones principales y secundarias, descubierto decenas de puntos nuevos en el mapa, personajes, tramas, opciones, etc. Ni que decir tiene la capacidad de empatía que produce el personaje principal, así como la tensión que provocan las decisiones que tenemos que tomar para seguir adelante. Entonces, la pregunta surge: ¿Por qué Bethesda sí y otras no?
Personalmente soy jugador offline. Me enganchan las tramas complejas y elaboradas y adoro empatizar con mi personaje. No me van los bucles en partidas mata-mata en dos grupos de jugadores multilingües intercambiando insultos hasta en arameo antiguo, como sucede en los CoD; prefiero el modo historia. Lo mismo aplica para el Gears of War o los Battlefield. Por esos motivos, y a pesar de que los juegos mencionados son de excelente calidad, el jugar a Skyrim me da que pensar que en esos juegos, por ejemplo, me están tomando el pelo. Me explicaré con algo más de detalle con algunos ejemplos:
GoW3 tiene una duración del modo campaña de algo más de 10 horas. ¡¡10 HORAS!! Eso, a un promedio de 2 horas diarias, significa que me lo habré finiquitado en menos de una semana. Ese juego cuesta 60€. Es decir, 6€ por hora. En el caso de los CoD, en modo campaña siempre se han caracterizado por su corta duración de aproximadamente unas insultantes 6 horas. Creo que, en el MW2, incluso se llegaron a cachondear de los usuarios al sacar un logro si te lo pasabas en menos de 4 horas o algo así. En fin, en el MW3 (otros 60€ en el mejor de los casos) prometieron ampliar la duración. Dicen que llega a duplicarse. Vamos, que hay que agradecer a Infinity Wardque ponga en el mercado un juego de, a grosso modo, 12 horas de campaña. Esto le da una semana de caducidad en mi caso (recordemos que soy offline).
Por otro lado te encuentras los juegos que no han doblado al castellano, como mis adorados Mass Effect que no lo hicieron ”por una política de costes“. ¿Realmente es tan caro doblar un juego a la tercera lengua más hablada del mundo?
Hay muchos más ejemplos, como en el caso de los Assassin’c Creed, en los que Ubisoft recorta su duración inicial para que tengas de descargar las odiosas DLCs. Yo, a esto, me atrevería a llamarlo estafa.
Y pienso yo, desde mi humilde condición de consumidor de videojuegos offline, ¿me vale la pena gastar 60€ por un juego de 10 horas, en inglés o con contenido descargable para saber el final? Porque si Bethesda ha vuelto a desarrollar un juego de 400 horas, con gráficos excelentes, con una trama endiabladamente adictiva, con unos guiones doblados en perfecto castellano y donde las DLCs serán misiones secundarias es simplemente porque ellos quieren hacer las cosas bien, y el resto no.